para Aquel Señor, por compartir las mismas obsesiones
- Observar a los jardineros y envidiar su trabajo
- La taxista de Kioto que nos platicó en japonés durante un trayecto de diez minutos –parecía que nos estaba contando chistes- sin darse cuenta que no entendemos ni hablamos japonés
- Los empleados de las estaciones de tren cuya única función es saludar a los viajeros
- El chef que sacó un libro de biología para explicarnos qué tipo de pescado comeríamos
- La música relajante del shinkansen (tren bala) para avisar la llegada a una nueva estación
- La expresión de sorpresa de los japoneses cada vez que decíamos México
- Los peinados despeinados de la juventud (y de la no tan juventud también)
- Los bebés tan bien portados que parecen muñecos de trapo colgados de sus madres
- Los venados de Nara comiendo pedazos de papel
- Las calcetas de los uniformes escolares, con animalitos bordados en la pantorrilla
Olga
Ya no he recibido tus blogs que me encantan. No se si pique algo que me saco de los email pero si es así vuélveme a mandar. Amo mi blog semanal.
Michi
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