para Aquel Señor, siempre
- Los escusados que parecen naves espaciales -a pesar de que uno de sus chorros de agua a presión me robó mi otra inocencia (en palabras de Catón: no entendí)
- La facilidad que tienen los japoneses para dormir en el transporte público
- Las flores comestibles
- Los concursos de baile en la televisión
- Comunicarnos con dibujos
- Saltar de piedra en piedra en los lagos de los templos
- El taxista de Tokio que nos llevó al aeropuerto y nos puso música en español después de que le dijimos que somos mexicanos–no tuvimos el corazón para decirle que Gloria Estefan es cubana
- Los pañuelos de las sobrecargos del tren
- La costumbre de poner el adjetivo “Japanese” al frente de todo –de TODO-, por si no nos había quedado claro que estamos en Japón: Japanese pickles, Japanese curry, Japanese fish, Japanese toilet…
- Los pasajeros de las lanchas del río de Osaka, presumiendo su mejor sonrisa y saludando a toda la gente