Flores para Olga

Dice Jazmina Barrera en Cuaderno de faros que «morir en el mar tiene algo de sagrado». Mi abuela no murió en el mar, pero sus restos ahí descansan. Creo que también hay algo de sagrado en ello. Tengo las coordenadas exactas del lugar donde dejamos caer sus cenizas contenidas en una cripta biodegradable y subacuática. Pero me gusta pensar que si aviento un ramo de flores en el Océano Índico, la corriente las hará viajar hasta la costa de Guerrero en el Pacífico. No importa en qué parte del mundo me encuentre: siempre le puedo llevar flores a mi abuela.

(Imagen superior: mi abuela en Acapulco con su papá y dos de sus hijos)

Cosas que me recuerdan a ti

Un día le pregunté a mi tío Kiko por qué no le gustaba viajar. Me contestó que le deprimía tanto ver el Viaducto cuando regresaba a la Ciudad de México que prefería no salir. Ahora cada vez que paso por el Viaducto me acuerdo de él. Creo que si supiera esto se volvería a morir.